La capilla de la Santa Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen de Sevilla es un pequeño edificio de carácter religioso que se encuentra situado en la calle Calatrava de esta ciudad.
El origen de esta capilla es objeto de una popular leyenda local relacionada con la muerte de un joven conde de la casa de Medinaceli, muerto en una pelea a los pies de la Cruz del Rodeo. Con distintas versiones sobre los supuestos hechos, en lo que sí coinciden los cronistas de la época, es que el suceso ocurrió un domingo 15 de mayo de 1639, y en que los familiares del fallecido, doloridos, mandaron levantar una capilla en ese mismo lugar para decir misas por su alma.
La capilla se levantó bajo la advocación de las Ánimas Benditas del Purgatorio y la Santísima Virgen del Carmen, por ser ésta la patrona de los difuntos. Algunos carmelitas creen que la advocación del Carmen pudo ser debida también por la cercanía de la Cruz del Rodeo al convento de carmelitas de clausura de la Encarnación de Belén, situado al final de la Alameda.
Lo cierto es que el templo se construyó como ermita a la Santísima Cruz del Rodeo en el año 1646, a extramuros de la ciudad, por los miembros de la Hermandad del mismo nombre, antigua cofradía cuyos orígenes se remontan al año 1502 y cuyos fines en aquellos tiempos eran de carácter funerario, aportando a los familiares de los hermanos difuntos un crucifijo, paño mortuorio, candelabros y cirios, e incluso acompañamiento hasta su entierro.
FUENTE: sevillapedia.